sábado, diciembre 19, 2009

BELIT pide consejo a su maestro y amigo HATY


Belit-Seri, cuenta que, muchos de sus amores se encuentran atrapados en una telaraña peluda sin horas, sin luna, sin estrellas. Se dirige al templo a visitar a su maestro, el Escriba Haty, para ver si puede ayudarle en el”Isefet” –desorden de su alma.
-Que Isis te libre del mal, Haty. Tú iluminas las Dos Tierras del Nilo por medio de tu sabiduría.
-¡Ah, Belit, el de los bellos viajes! Kemet, tu querido Egipto, te recuerda. ¿Qué os trae a mi lado?
-Necesito Hetep, -paz, serenidad, conformidad, plenitud, calma- para mi espíritu. Urge que proporciones la fórmula para rasgar el prodigio que me oscurece el alma.
-Para conjurar el sortilegio debes dirigirte al dios del País de las Palabras. Escribe frases. Los jeroglíficos alegran el corazón de los dioses. Y si aciertas, espantarás las tarántulas peludas. Resurgirás, como el sol bajo la forma del escarabajo alado Jefer, a nuevos amores. Mas, no debes revelar tu verdadero nombre, está escrito en las lágrimas de los dioses y, solo cuando tu potencia creadora dibuje el símbolo de la alegría de vivir, podrás colgarlo de las ramas de los sicomoros.
-Gracias Haty, que el agua fresca de Amón-Ra, te dote de vida.
Y marchó con el silencio de la noche a la tierra de Ajet, la región de la Luz.
Cuando regresó, portando su equipo de escritura –estuche con los cálamos, recipiente para el agua de diluir los panes de tinta roja y negra y paleta de madera con dos orificios- le presentó a Haty, Primer Escriba, un pequeño pergamino.
- ¿Qué has escrito?
“¡Qué terrible el cielo azul! con su traje a tiras de infierno rojo”
-Esta frase no vale. No debes emplear epítetos evidentes.
“La luna hería la oscuridad”
-Esta prosopopeya, no está mal. Sigamos:
“Los dogmas son pigmentos, máscaras que ocultan enigmas que arañan el alma”.
-¿Qué le parece mi amigo, señor Dador de Consejos?
-Bueno, el fonema “gm” da sonido a la frase. A ver, sigamos:
“Saluda, sonríe, canta, ama y no cabalgues sobre la tristeza”
-El polisíndeton le gusta mucho a los dioses que se visten de sabiduría. La única conjunción que les fascina es la que hay entre la Divinidad de RA y nosotros seguidores de los preceptos del Faraón. No tengas codicia, es el sufrimiento doloroso de un desesperanzado. Es un morral que contiene todo lo abominable.
-Gracias. Parto mañana para Al-Ubulla, punto de reunión de los mercaderes de de Persia y la India.
Belit-Seri, había conjurado el hechizo. Los dioses le quieren. Y pensó de nuevo en Uxa.

viernes, diciembre 04, 2009

ALBERCA DE JULAYS



¿Cuál es la diferencia entre musulmanes y cristianos, virtuosos y culpables? Ante su puerta, todos somos buscadores y Él, el buscado. HAKIM SANAI
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Sí, así es Damasco, como tú lo describes. Me alegra que conozcas las aventuras de Ibn Batütta, el de Tánger. Pierde cuidado, no tenemos intención del viaje -de rihla- como dice mi amigo I.B., hacia al-Ándalus, por ahora. Sabemos que esa tierra está sometida a la presión constante de los cristianos por un lado, de los corsarios por el mar, y por la Peste Negra. Peste catastrófica también por estas tierras.
La hemos conocido. Tan solo en Damasco han muerto unos dos mil por día. Peor en El Cairo, hemos sabido que en un solo día murieron ochenta mil.
Ha quince días, los judíos con su Torá, los cristianos con su Evangelio, la mayoría de damascenos con el Corán, acudieron a la “Mezquita de los pies” a dar gracias por el fin de la pestes. Yo me acerqué a la puerta oriental de Damasco a un canal blanco donde, según una tradición árabe de El Cairo, ha de descender Jesús.
Los extranjeros somos acogidos con trato amable, no hieren la dignidad del hombre. Mientras visitaba en el monte Qasiyun el refugio de Jesús, el Maestro y su Madre, I.B. se ocupaba de alquilar camellos y contratar azacanes para llenar odres de cuero de búfalo, con agua para iniciar la ruta hacia la ciudad donde murió Mahoma. Vamos a iniciar la travesía del desierto. Es muy peligroso, hasta los guías se pierden y el amigo no se cuida del amigo.
Tras beber una jarra de sawiq, traída de Egipto, exquisita bebida hecha con harina de cebada secada al fuego, azúcar y dátiles, hemos iniciado la marcha de la caravana hacia Tayba. Cruzando el desierto, el simún se cernió sobre nosotros, y se empezaba a agotar el agua. Pudimos escapar milagrosamente a ese viento venenoso, a esas nubes de polvo y arena que nos asfixiaba.
Estamos acampados en la Alberca de Julays, llena de palmeras y fuentes. En su inmenso mercado nos hemos comprado ovejas, frutos y otras comidas, gracias a la generosidad del cadí.
Sobre lo que me dices: Los sueños no pueden pasar a ser parte del silencio, son gritos que claman al recuerdo. Bosques de hoja esmeralda y arenas doradas del desierto, escriben y borran nombres de personajes que hacen la voluntad de Ra, oyen sus ecos divinos y, no caen en el olvido, pues en caso contrario el alma desaparecería para siempre.
BELIT SERI

lunes, noviembre 09, 2009

CON EL SILENCIO DEL INVIERNO



Con el silencio del invierno, el amor, vacío de luz, es un barranco hosco que duerme en los brazos del olvido.
¿Cuándo despertará la primavera de piel picante? ¿Cuándo el cielo oscuro se alejará? En su ausencia, la soledad se llena de ese perfume que magnifica la belleza de recordar los momentos pasados en las fiestas en la estación del trigo que brota.
¿Has olvidado aquel momento? Cuando nos sentimos transportados a la región de la luz. Cada caricia de nuestros dedos, provocaba abundancia de pasión. Nos sentimos grandes, como cuando el Faraón se transforma en golondrina para subir al cielo. La última luna se reflejaba en tu piel, sobre el vientre, y el Nilo lloraba de alegría. Yo tenía cuidado de tus besos, antes dulces como el fruto del algarrobo, en ese momento, eran amargos como el de la genciana. Mi marcha de Alejandría era eminente. Tu espíritu dejó de ser feliz, dejó de ser verde vigoroso como el papiro, pues, no te di a conocer mi nombre. No debo hacerlo, el nombre que me dio el sacerdote del templo de Ra, solo puedo revelarlo si llego a conseguir ser digno.
Te dejé dormida bajo el sicomoro entre flores de loto. ¡Ojala este recuerdo fuera un hechizo eterno! A veces ocurre, la memoria estalla y, todo es presa de la duda, duda espesa.
Para recordarte guardo caricias en la bodega del tiempo: esa lenta forma de quitarte las prendas; tus manos ocultando parte de tu desnudez; ese laberinto de curvas, barco a la deriva mis manos, en aquel mar de carne trémula.
He recibido tus dos pergaminos en la ciudad de Tebas. Estoy con Djehuty, escriba real de nuestra Hatshepsut, ayudándole a pintar y escribir en su cámara mortuoria. Tú sabes que, en el camino hacia NUT, “la cielo”, desde GEM “el tierra”, debemos enfrentarnos a numerosos obstáculos. Mi señor se está preparando la tumba con todas las instrucciones, oraciones, presentes y recomendaciones. Todas las paredes y techo son como un libro mágico.
Por mi parte le he instruido sobre varios sortilegios que le permitan convertirse en golondrina, cocodrilo o serpiente, y le ayude a sortear esos escollos. Espero se reconozca mis méritos. Así quedaré en libertad de pronunciar mi nombre. Mi nombre lo grabaré en los pendientes, recién traídos de Nubia, que recibirás como regalo, llegado el caso. Hatshepsut, nuestra hermosa faraona, los luce realzando su divina hermosura.
Que tu corazón sea tan ligero como la pluma de Maat y seas reconocida como justa y tengas acceso a la eternidad.
Belit desde Tebas dispuesto a salir hacia…
ATHO

jueves, mayo 07, 2009

DESDE KEDEM, cerca de BIBLOS

Biblos68 

Amanece. Sirio y Orión se han ausentado empujados por los dedos rosado de la Aurora. Me dispongo a trazar sobre este papiro, la respuesta a tus últimas noticias.

“Tus palabras no me han traído descanso ni alegría” –me dices. Así como el alma de la diosa del cielo es un millón de estrellas, la mía es una vasija llena de jeroglíficos que trato de descifrar. Tú sabes que la pluma de Maat nos pesará en la balanza ante el tribunal divino. Estoy tratando de aligerar mi corazón para ser reconocido como justo y tener acceso a la inmortalidad. Isefet, el pájaro del mal, es el culpable de este desorden en mi vida.

Sí, nuestro Faraón, desde ahora Señor de las Dos Tierras, tardará en regresar. Ya hemos recuperado Abu. Entrado triunfantes en la ciudad sagrada de Lunu. Así mismo, ha caído en nuestro poder Tyaru, la fortaleza mayor del Camino de Horus. Estarán seguras así las comunicaciones de Egipto y el Creciente Fértil. Con el fin de disuadir a los aliados de los hicsos, el Faraón, nos ha ordenado emprender acciones guerreras contra los reinos de Canaán y Kush. Tal vez lleguemos al Éufrates.

Guiado por Tot, “Fuente cegada para el hablador, que mana para el que sabe callar”, uno se siente capaz de redactar las batallas del Faraón. He tenido el honor de recibir, por mis escritos sobre el valor de nuestros guerrero, Tres Moscas de Oro, que guardo como distintivo real. Esta condecoración me permitirá acceder a la ciudad-templo de Ipet Sut, que Ahmosis, desea enriquecerlo de tal manera que, sin duda alguna, hará olvidar al sacerdocio de Ra, en Lunu.

En tu visita a la Escuela de Escribas en Mut, no es posible descubrir mi nombre. Mis antepasados eran hicsos, de la familia de Sakar-har. Cuando el Maestro descubrió mi origen, ordenó borrar mi nombre. Antes de salir, conseguí llevar conmigo un escarabeo con mi nombre de Escriba de Honor, junto al nombre de Apofis. Fue mi salvoconducto para llegar a Tebas y pedir ayuda a los escribas-sacerdotes de Amón, dios principal.

Seqenena-Toa, me nombró Escriba Público a su servicio, y cobrador de impuestos. Por todos estos favores me debo entregarme a su mandato.

Sí, Uxa, el nombre es uno de los elementos primordiales del hombre –me dices. Tu sabes que dar el nombre para un egipcio, es un acto muy importante. El mío me fue dado por mi madre, no por un sacerdote. Solo puedo darlo a conocer, si consigo dotarlo de tal energía, que mi naturaleza sea considerada ejemplar entre los iniciados en los misterios de Isis.

Shai, Señor del Destino, te hará saber mi nombre, esa palabra que, te anticipo, es un nudo mágico, quien la pronuncie anudará lo más disperso, lo más lejano, lo más deseado. Solo la maga Isis podrá deshacerlo.

BELIT-SERI

martes, enero 13, 2009

SU MIRADA ES TRISTE COMO LA DE BETSABÉ


Ese amor es una realidad íntima.
Hace dos veranos, un día, se fue paseando a las orillas del río y vio el Nilo tranquilo. Tuvo la impresión de que BELIT llegaría con el alba.
Algo apartados, los juncos brillantes, parecían contrariados por no recibir las caricias de las aguas.
Siempre dudaba de las profecías sacerdotales del Templo de Isis, allí donde se guardan las estrellas que nunca menguan, fueran portadoras de aciertos. Le habían predicho que volvería en los días Epagómenos, los cinco días que se celebran el nacimiento de los dioses. Estaba en el quinto, se conmemora el nacimiento de Neftis, pero el Escriba no acude a certificar la profecía.
Bajo sus pies descalzos la arena guardaba los secretos de las noches pasadas junto a Belit. Sobre todo, estaba segura, que siempre que le cuenta historias de amor a la brisa, ella, cuando levanta los granos de arena y los lanza contra la Vieja Luna, los recibe allá lejos, allá donde las acacias vigilan la magia del sueño, el Escriba sin Nombre.
Una golondrina trazaba con su vuelo los primeros versos de un poema amor y engaño. Ella, que escuchaba el eco del pensamiento, de su pensamiento que vislumbraba el posible encuentro, ve en sus alas que se movían al compás de los latidos de su corazón, el anuncio de su llegada.
El hechizo de la luz del momento espantaba las sombras que cubrían las Dos Tierras, y recordando las palabras del héroe sumerio Gilgamesh: “Quien tenga casa, ¡a su casa! “, ella recitaba: Quién tenga amores, ¡a su amor! Oración confusa que oculta su decisión sobre si seguir esperando la llegada del Cazador de sueños.
Han pasado dos años. Así como la Esfinge vigila el horizonte desde tiempo inmemorial y no se cansa, Uxa sí. Si con la llegada de las crecidas del Padre Nilo no llega Belit-Seri, se dedicará a componer música, pintar o escribir poemas, que es como vivir la vida.
Belit no puede regresar a Egipto, se encuentra prisionero de los dogones. Él ha ido en busca de los nommos que le han dicho regresarán el día del pez. Pero, cuando apareció la “estrella de la décima luna”, lo encerraron. No quieren que el Extranjero de cabello blanco, contacte con los seres del “arca” de Siro, que enseñaron a los egipcios la construcción de las Pirámides.

ATHO