domingo, diciembre 01, 2013

DESDE UN LUGAR DESCONOCIDO, LEJOS DEL NILO

 

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La realidad está tejida con el hilo de los sueños.

SHAKESPEARE.

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El sol ingresa en el signo de Libra, dará paso al Equinoccio de Otoño en el hemisferio norte y al de primavera en el sur. Nunca tan lejos de tu compañía, de tu piel morena. Uxa, me hiere el secreto que encierra el silencio. Espero no faltarás a la fiesta de Serapis, fiestas de regocijo y alegría.

Tal vez son meses los que han pasado desde que por última vez recibí noticias tuyas. Hemos visto el paso de un cometa, esperábamos buenas noticias. Y he recibido de un emisario de la diosa Selkis, la que guarda las fuentes del Nilo, dos de tus pergaminos.

Mi compañía es la caravana de un judío de origen mesopotámico. Llevamos perdidos mucho tiempo.

Nos hemos relatados aventuras, y sueños. Me habló de Kurigalzu I, de Babilonia, que entregó a una hija suya como esposa de nuestro faraón Amenofis III. Y yo le hablé de Meretseger “la que ama el silencio”, la que a veces tienen forma humana, cabeza de cobra, serpiente tricéfala, ya sabes, la diosa con cabeza de escorpión.

El me dice, “un sueño que no se interpreta es como una carta que no se lee” así lo enseña el Talmud.

Ha recorrido muchos más mundo que yo. Así, con estas historias, el tiempo nos parece más corto. Desde que salí de las orillas de nuestro amado rio Nilo, no he podido enviarte noticia alguna.

Me sorprendió diciendo que la primera mujer de Adán fue Lilith, Abandonó el Edén y se refugió junto al Mar Rojo. Se unió a Asmoneo, su amante, y con otros demonios. Nosotros, verdad, no conocíamos esto.

Dice que, era muy hermosa, pelo largo rizado, pelirroja, y a veces, le salían alas.

Mas, cuando celebres siguiendo nuestra costumbre, el Sham el Nessin –sorbiendo a brisa-la primavera a orillas del Nilo con arenques, cebolletas y lechuga, lee la historia que me contó Er, el caravanero judío, habla de su gran amor, nunca más se ha vuelto a enamorar.

Así me habló:

Tenía la dulce sonrisa de Eurídice. Triste de contemplar el adiós que salió de aquel silencio tan largo, tan lleno de infinita tristeza. Su mirada era un regalo místico.

Por entonces, imágenes derramadas en la nada, navegaban por la noche de mis recuerdos en busca de dos amores, uno moribundo, otro lleno de vitalidad, de juventud.

Traté de huir para volver a soñar. Quería olvidar las mentiras que una lluvia amorosa me trajo en primavera. Latidos de una sombra que ocultó la verdad: ella no me amaba, solo quería olvidar otro amor.

Mientras el camino se oscurecía en la lejanía, mis pasos querían volver al bosque de la nostalgia, al océano verde, a recibir puñales de luz, que se desplomasen sobre mi alma desnuda y se acurruquen junto a los recuerdos de mil poemas que no llegaron a su destino.

Su sonrisa se oscurecía. Dejé que mis suspiros arrojasen la tristeza. Más de un amor, que moría entre murallas de silencio, es imposible borrar la huella de los besos que recorrieron su cuerpo.

Bajo las lágrimas, mis ojos, recogieron los restos de sus últimos sueños. Sueños que anidaron en su cuerpo alegre. Sueños que habitaron el desierto, sin encontrar mensajes de perdón.

Su mirada, profunda, más negra que la noche, más negra que la soledad. Más triste que la luna tras la cruz del camino.

Caían las hojas de otoño. El valle se nublaba. Sentado sobre un tronco caído, recuperé la serenidad de mi alma. ¡Lo recordaré siempre! Fue aquí. Nadie sabrá lo que pasó.

El viento entre los árboles, con cariño, como una caricia, dejó caer lágrimas de sus hojas ocres. Eran sueños perdidos.

Fui dejando encada esquina de aquellas calles de Alejandría, los sueños que me habían acompañados mientras fui amado por aquella mujer, sin miramientos, cuerpo a cuerpo, sin fantasmas, llenos de primaveras. Amor de muchas noches hundidas en delirios de pasión.

Estoy solo, sin sueños. Han huido. Bajo esta verdad, otra vida.

Tras el placer perdido, el amor se ahogó en una taza de té. Suerte que fue en Alejandría, en Alejandría es peligroso bañarse en melancolía.

Qué triste estoy des entonces, como un sauce, como un sauce que guarda en las ramas, el viento que las acaricia. Esconde amargura entre profundos suspiros.

El amor inane quedo dividido en retajos. No nos conocimos a nosotros mismos. No pudimos amarnos de verdad.

jueves, marzo 14, 2013

DESDE SUSA

 

 

PALACIO  REAL DE SUSA

Un sueño que no se interpreta es como una carta que no se lee.

EL TALMUD

Espero que la noche que se posaba sobre tus ojos a las orillas del Nilo, en nuestras citas, no se aloje sobre el recuerdo de mis caricias en tu brazo derecho herido al caerte en el camino que nos llevaba al templo del dios del Viento, entre las seiscientas esfinges que le unen al templo de Karnak, y, borre las sensaciones de gotas de luna, que sin miedo, en libertad, pasaban entre nosotros, barriendo las ilusiones imposibles.

Hoy empieza el otoño. Corre por las sendas del bosque un amarillo encendido. Brillan el verde y el ocre. Gritan las hojas moribundas cuando les arrastra el viento. Roto el silencio, los pájaros abandonan los nidos. Sobre la estampa del valle una finísima lluvia.

Estoy en casa de, Harkhuf un antiguo amigo de mis viajes en caravana por el desierto, desde la ventana que da al templo de la diosa lunar Sin, aquí en Susa, recientemente anexionada por Kurigalzu, a su imperio.

He presenciado como marchaba la comitiva de una de sus hijas con destino a Egipto como esposa de nuestro faraón Amenofis.

No siento soledad, estoy acompañado de mis sueños de regreso a Tebas. No creas que todo es pasado. La cremallera de la distancia no cierra los minutos de amor. Las señales que nos indican la salida del laberinto de las emociones no dejan de ser poemas de amores sublimes. Las ramas de sauce que ocultan los sueños imposibles, y acarician las Aguas Sagradas, consigan entregar a los hombres de este mundo un destino feliz.

No sé si podré caminar hacia el futuro con mis sandalias. El pensamiento, como mi verdadero nombre, está sentado en la oscuridad, cerca del Cinturón de Orión. No quiero tener una apariencia que no se pueda medir con la inmensidad del océano. Quiero encontrar un lugar en mi mundo interior, los preceptos délficos gravados en la losa de la tumba de Cineas: Aprender buenas maneras, controlar las pasiones, ser justo, dar buenos consejos y… morir después sin remordimiento.

BELIT´SERI

viernes, febrero 15, 2013

NO ES EL RECUERDO

BIBLIOTECA DE ALEJANDRIA

No es el recuerdo de Belit, el recuerdo de sus silencios, lo que rompe las palabras. Es el brillo de las aguas del Nilo que conservan las frases que se dijeron aquel anochecer estrellado. Miles de momentos que las aguas recogían en su regazo y los depositaban, tras largo recorrido, en el desnudo mar que besa el delta, y que tantas veces ha surcado el Escriba sin Nombre.

Dentro de la lejanía nacen nuevos caminos que no tienen nombre. Y que llevaran a su encuentro.

Perdido en las inmensas leyendas, Belit, está cansado, pero no vencido.

La liberación personal es difícil. Los muros del misterio no dejan pasar la solución al enigma del nombre que busca para dar sentido a su existencia. Muchos nombres escritos en las arenas de las playas, todos se borraron por las aguas del mar, por las olas que no saben de sueños.

Pedazos de sus historias volaron sin nombre y se fueron depositando en el recuerdo de Uxa, sin que ella pueda comprender el rompecabezas. Los sueños de Belit, su alma que cambia, se hace inexplicable.

Belit solo espera que su silencio no hiera a Uxa. Las sirenas pensaron que solo el silencio podía herir a Ulises. Por eso no cantaron. El silencio de Belit no se ha producido para herir. Todas estas conjeturas se desvanecerán cuando se encuentren en la Biblioteca de Alejandría como acordaron.

Condenarse a la ausencia garantiza la muerte del cariño.

La vida es un rio de memorias que desemboca en el mar del olvido –dice Naguib Mahfuz. Y la muerte es la verdad firme.

Pero, la vida es como el molino que pinta en sus cuadros Pieter Brueghel el Viejo. El molino está en la cumbre de un peñasco imposible poder subir trigo y bajar harina.

viernes, junio 22, 2012

LA ETERNIDAD SE FROTA LOS OJOS.



“Nuestro pensamiento es limitado. Sin embargo, todo cuanto seas capaz de imaginar puede existir. No hay nada que sea imposible”. FUN CHANG.
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Este día mis pensamientos comprenden sin razonar, sin disimulos. Ningún amor desconocido emerge de un lugar invisible. Se siente antes que nada. Y parece fluido. Es el dintel de la felicidad. Existe. Es la ocultación de la realidad en el albergue del misterio.
Estoy viendo blancas nubes ancladas con puñales de luz. Los horizontes duermen desparramados por los caminos dibujados por numerosos arbustos de las mariposas. El viento aleja las sombras al fondo de los barrancos. Este aire húmedo de la mañana, se arrastra entre los troncos de las palmeras como un rio triste.
El oasis flota en un grito de primavera. Todos los árboles claman por la majestad del momento con destellos románticos, misterio de un indómito resurgir de la vida que barre las dunas del pesimismo y la melancolía malsana.
Desde la orilla del rio, esta noche pasada, vi bañarse a la luna rodeada de escamas blancas. Se fue de mi mente, como de una lumbre, la sombra de la duda.
Tal vez pueda escribir poemas, en estas tardes soleadas, poemas que rompan la distancia. Como dice mi amigo Atho: La Eternidad se frota los ojos y, su sonrisa, ilumina los silencios.
Cuando regrese a Tebas terminaré de contarte todas mis aventuras. No creas que la mayoría sean heroicas y hermosas. Muchas de ellas son retajos de sueños tristes, pasiones de las que brotan ramas llenas de flores secas, de mares sin playas que acariciar. Situaciones raudas que se acercaron desde horizontes llenos de locuras inconfesables.
El polvo que levanta la caravana ya no me deja ver la belleza de la tierra que dejo atrás.
Espero estar en Egipto para el solsticio de verano, para celebrar las fiestas en honor de RA, el resurgir del Gran Loto Blanco.
No iré a Tombuctú. Un tuareg, que dice ser hijo de un miembro de la Madraza de Sankore, me ha dicho que no existen árboles de los cuales cuelguen racimos de oro y que, no es oportuno ir, pues, hay rumores de guerra civil.
Estamos cerca de Cineas, junto a Licia. Quiero asomarme a la fuente del oráculo de Apolo para saber algo de mi próximo destino.
Uxa, que la inflexible Átropos, tarde muchos años en cortar tu hilo de vida con sus tijeras de oro.
BELITSERI

domingo, junio 03, 2012

EN NIPPUR, de Sumeria.




Con amuletos, sin pétalos de flores, las prostitutas de la taberna, nos sirven abundante cerveza. Suenan canciones de amor y deseo sexual. La tabernera nos ha recomendado estar muy despiertos, pues, estos días abundan los forajidos. Tenemos que pagar con cebada, ya que tienen prohibido cobrar en moneda, bajo amenaza de ser quemadas vivas.

Brindamos por Nin-Kasi, diosa de la cerveza. Mis compañeros de caravana, mientras escribo, beben con el corazón de un león.

Puedo decirte que, nunca apareció aquella noche de lluvia. Un silencio sacude el secreto de aquel tiempo. Tu lejanía es suficiente. Ante la corta presencia de una luz extraña, me aprisionan miles de imágenes. Mi silencio cobija un sentimiento de amores perdidos, mas, quemo mis recuerdos y, vivo. Seguirá siendo brasa el último beso. Flores silvestres secas, van en busca de la libertad, lejos de un invierno mudo, sin campanas.

La serenidad del día en este valle que contemplo, cierra las preocupaciones y se sitúan fuera de mis pensamientos. Aquí me quedaría, lejos del profundo pozo de un pasado que deja escapar temblorosos lamentos.

Por otro lado, estoy contento de mis aventuras, pues, como decía Zorba el griego, “Un poco de locura te proporciona dimensiones, poesía y el suficiente coraje para ser feliz en este mundo infeliz”.

Todos soñamos con vivir en un palacio, como el de Alcinoo. Rodeado de un vergel de eterna primavera.

No siempre, como dices, los sueños son hijos de la Noche. Te he contado y te cuento numerosas historias, muchas de ellas inspiradas por ninfas que enloquecen a los mortales, pero otras, están llenas de arrebato divino.

Tú sabes, o tal vez, has imaginado, que no cuento la verdad, no me crees. Seguramente debo tener la maldición que sufrió Casandra: la de predecir la verdad y no ser nunca creída.

El viaje que nos espera, es largo, nuestro destino es la ciudad de los 333 santos, Tombuctú. Tenemos intención de cambiar nuestro oro por sal de Mediterráneo. No sé si la ida o a la vuelta pernoctaremos en Egipto. No estés preocupada por los sucesos de la plaza de Tahrir, nuestro querido Egipto está protegido por la Esfinge. Su cabeza humana, sugiere el espíritu humano que vence los instintos animales.

Una vez leí a Naguib Mahfuz.

Le pregunté al Sheij Abd Rabbih al Taih: -¿Cuándo se arreglará la situación del país? A lo que respondió: -Cuando su gente crea que el resultado de la cobardía es peor que el de la inteligencia.

UXA, que los vientos de acacia, que son la veneración de Annu, te protejan.

BELIT

martes, febrero 28, 2012

...PERO NO DIJO SU NOMBRE.





La oscuridad permanece escondida en los ojos de Uxa, en sus manos brillan valles luminosos y, el tiempo, corre entre montañas de pensamientos que mueven sueños de amor. Mientras, la realidad pasa a su lado sin hablarle. Sus personajes saltan de su mente y se sientan a su lado.

¿Magia o realidad?

Uno de ellos le tiende su mano y se la lleva a pasear. Es su mejor amigo, Belit. Las caricias de la mano temblorosa del Cazador de Sueños, enciende el crepúsculo de su mirada. Ninguno de los dos lleva equipaje alguno, solo un montón de ideas. Se sientan en la terraza de un bar de una hermosa avenida de Paris. Hablan de Alejandría, del Nilo, del último faraón, y también de las Musas, sobre todo de Melpómene que tenía todas las riquezas, belleza, hombres, y, no podía ser feliz. Bueno, no hablan, son las ideas que se materializan, saltan a su alrededor como en una pantalla de plasma. Escenas de amor y guerra. Desiertos y oasis. Todos son lugares puros. Los desiertos se convierten en jardines, los campos de batalla en paraísos. Todo es belleza en su melancolía.

Él, puso en sus labios las palabras de su secreto amor, pero no dijo su nombre.

Belit estudió astronomía en Caldea, los misterios egipcios en Menfis. Fue el primer gesto para encontrar el centro de la verdad, allí donde nada se ha encontrado. Tomó el camino más largo.

En Grecia, Belit conoció a una hermosa dama. Idmón, marchó con la expedición en busca del vellocino, sabiendo que en ella le aguardaba la muerte. Algo así le pasó al Escriba. Aquel amor era chatarra. Difícil juego fingir amor donde resucitan mentiras. Se silenció el susurro de los besos, sombras quietas colgaron de sus miradas, se acabaron las caricias que subían del ombligo que tiembla y los besos desnudos, se apagó el fuego de los anocheceres.

Belit, tenía la mirada perdida en el infinito como la de una calavera. Mientras contemplaba a una lechuza en la penumbra del bosque, le llevo a una revelación: El Paraíso se iba a cerrar para siempre.

El acantilado de sus sentimientos acogió el último chasquido de aquel amor.

Belit está contemplando las brasas de la chimenea en la posada Medea, de Creta. Va partir de regreso a Egipto. No sabe si podrá encontrar a la Princesa Uxa. Mientras, piensa de que sirven las aventuras, si como, la de ir a por el Vellocino de Oro, solo sirvió para colcha nupcial de la noche de bodas de Jasón y Medea.

martes, noviembre 29, 2011

SOLO VIVE AQUEL QUE ES LLAMADO POR SU VERDADERO NOMBRE

 

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Recuerdo cuando fuimos a la Ciudad de las dos Sandalias, en el norte del país. Aquel día miraba tu mano derecha esperando la señal de que me acercara. Con la mano izquierda señalabas las flores de loto donde se ocultaban las aves. Tensé el arco, grité, se espantaron y, las flechas fueron saliendo directas al corazón de las ocas. Fueron cayendo a las aguas del Nilo. Sonreías. Las aves heridas, teñían por unos instantes de rojo la corriente.

Te abracé, respondiendo a la señal de tus brazos y de tu sonrisa. Fue tan íntimo nuestro encuentro como cuando los Siete brazos del Delta estrechan las aguas de su amante el mar de los romanos.

Después hablamos…

Sí, en la Plaza de la Liberación, corazón de la Fuerte, de la Victoria, bulle la libertad. Igual pasa en mis pensamientos.

Fui en busca del nombre secreto de RA para robarle alguno de sus poderes divinos. Quería dominar mi libertad, como la conseguida en Midan Tahrir por nuestros vecinos de Al-Qahira.

Pero, tenía muchos nombres. ¿Cuál de ellos, en caso de que llegara a conseguir mi propósito, sería el que me diera a conocer la historia de mi vida, la soñada como protagonista?

Uxa, tú ya sabes, que conocer la inmortalidad de las palabras, la magia de su pronunciación, nos lleva hasta el Paraíso.

En una encrucijada de mi búsqueda me topé con Isis y los Siete Escorpiones que le acompañan. Uno de ellos, Mestet, intentó atacarme, Huí con la noche.

Una sacerdotisa de Nut, la gran diseñadora, me tendió su mano. Su mirada era pura y sagrada, emergía de sus ojos una existencia azul. Me llevó a un lugar cerca de la orilla del Nilo. Sobre la hierba nos sentamos envueltos en la piel de las flores de loto.

Sentí sudor y temblores como si me hubiera introducido veneno la serpiente que mordió la carne de RA, cuando empezó a decirme:

-A la orilla del olvido enterramos el amor verdadero. Belit, ¿por qué te alejaste de Alejandría? ¿Fue por aventuras guerreras o en busca de otros amores?

-No sé qué decir –le contesté- tal vez es que hay algo hipnótico en la infidelidad.

-Has perdido la razón –sentenció.

Yo miraba con nostalgia como huía el hechizo del momento bajo la luna, como se perdía el reflejo de las estrellas en las sagradas aguas de nuestro río.

-Los grandes amores ¿no han sido sobre todo grandes protagonistas de lo prohibido?

-Ven conmigo a los Huecos del Horizonte donde viven las almas de los dioses.

-No quiero ir.

Soltó mi mano y se sumergió en un vacío de luna y silencio, en una extraña lejanía. El rumor de las ramas de la higuera al ser mecidas por el viento me sumió en un sueño profundo.

Soñé que me zambullía en amores y aventuras, y como la efectuada por Asteria que creó una isla en el mar, nacían de las escapadas de las rutinas diarias.

La fuerza de este relato retiene con fragilidad el eco de un amor vivido a medias, malgastado. Las palabras se vuelven desabridas, difíciles de pronunciar.

Uxa, la vida es una espiral, jamás está inmóvil.

¡Oh, Temu! que haces existir a los hombres justos, señor de dulzura, grande del amor, brilla y vive en nosotros.

BELIT

viernes, noviembre 04, 2011

BELIT REGRESA





Prometeo incendió la médula de mi silencio, con el fuego robado a los dioses y, de sus cenizas, está naciendo la ilusión por narrar otra vez las aventuras del Escriba Belit.

KA, esa fuerza generadora de vida y vitalidad, ha vuelto a Belit. El aprendió en “La Casa de la Vida”, que la escritura convierte en inmutable lo escrito. Sus rasgos y maneras de comportarse, las ha recuperado, sigue siendo la misma persona.

Se encuentra en Estambul. En la terraza del café, la lluvia suave, sobre el toldo entona su canción de otoño. La Vieja Luna se está ocultando en la caverna donde duermen el viento de los bosques y los dioses guardan sus secretos.

A su lado una hermosa mujer.

Me alegra permanecer callado –piensa él- ¿Un amor tan raro no era una pesadilla? Tal vez no debía de haber comenzado nunca.

Se habían querido inventando gestos, carantoñas desconocidas.

Ella, solo silencio del momento, solo ausencia de ilusión. Creo, –piensa- que debo desaparecer de su vida. Convertirme en un fantasma de su pasado.

La noche inicia una pausa estremecida por el rojo vidrioso del atardecer, atropellado por la cortina de lluvia.

Se levantaron sin decirse palabra. Ella, alzó la mirada al cielo y suspiró bajo el paraguas. Por fin, el problema de su relación estaba solucionado.

A través de las lágrimas que caían y morían en sus labios, comenzó vislumbrar la verdad. Los profundos silencios de las últimas noches de amor, delataban la inutilidad de seguir con la aventura. Embustes de taberna eran sus historias de amor. Mezcla de verdad y mentiras. Buscando la felicidad en los relatos que sitúan la acción en la calles de Paris, de Estambul, en las montañas de los Pirineos, en Alejandría, en los mares del Sur, donde no ha estado nunca. Sus pensamientos, eran un modo de tapar su amor por otra, resplandecían entre las palabras que me dirigía.

Su figura es perdió entrando en el Gran Bazar.

La luz de su pensamiento volvía sobre Belit por el camino que atraviesa la oscuridad moribunda de la nostalgia y, razonaba para sí: Desde siempre, los amores viven de pié ante mí, pero, para animarlos trato de desordenarlos. Es muy difícil amar a las mujeres que nunca han pecado. Se defienden siempre del viento que trata de acariciar sus pechos. Prefieren el beso de la oscuridad sobre sus pubis inertes. Expresiones de caridad, no de amor. Le amé de todas las maneras, no sé si ella se enteró. No supe ser capaz de más. Ella seguirá en mi memoria, clara, destartalada, pero clara. Tengo la impresión de no haber sabido amar. Los grandes amores ¿no han sido sobre todo grandes protagonistas de lo prohibido? ¡Hay algo hipnótico en la infidelidad!

Uxa, Belit solo tiene un rumbo. Sendas desgastadas. Los cañaverales que crecen en las orillas, recogen de la lluvia, gotas que brillan tratando de descubrir la senda de su destino.

Belit seguirá por las tierras de Juncos del Alto Egipto y por la tierra de papiros del Bajo Egipto, en busca de aventuras.

ATHO



viernes, julio 29, 2011

DESDE IABET (Oriente-Este del Nilo)


Bajo un cielo azul, caminante como sombrajo de luna, me encuentro huido, una tristeza en construcción me abraza. Como hiedra que brota de una noche de olvido, no puedo recordar la felicidad perdida.
Alejandría, lejano horizonte, largo camino de un destino que, como el Nilo desgarra el desierto, desgarra mi alma el largo tiempo sin poder volver a Kemet y abrazar a la princesa UXA.
¿Es mi cuerpo o un golem? Yo no soy ese que veo en las aguas tranquilas de este lago donde la diosa-dragón Tiamet colmó de lágrimas y nacieron las fuentes del Tigris y el Éufrates.
Un vendaval de arena oculta la vieja luna. Silentes pasos de brisa se desvanecen en la niebla.
¿Mirar hacia delante, mirar…? ¿Cómo? y, ¡si no existiera para mí el día siguiente!
El recuerdo de tu visión es un regalo del destino. Como la mirada de la Esfinge, es el símbolo del enigma de la existencia humana.
Derrota cruel.
Todos los amores, a lo largo de la vida, les gusta quedarse con el sueño imposible.
Este valle de Mesopotamia aquieta mis pensamientos. No hay sombras en los montes. Ni temblor en las hojas de los árboles. El viento murió lejos, entre olivos de Al-Ándalus. Mi recuerdo es tu sonrisa. Lloro tu ausencia. Soy esclavo de un tiempo de flores de loto. No me canso de huir. La confusión me sumerge en el vacío, en la incapacidad de amar. Parece un viaje al fin de la realidad.
Espero que Eolo me haga entrega de un odre que contenga los vientos contrarios a mi destino.
Que la tierra de juncos del Alto Egipto, como la tierra de papiros, del Bajo Egipto de acojan con el amor, salud y fuerza de Necher-Nefer, dios perfecto.
BELIT

viernes, abril 01, 2011

PLANTÉ MORAS





No me debí explicar bien. El sueño de Tahrir, quiero decir: Que su sueño es el sueño de la libertad.

“El aleteo de mariposa”: El aleteo fue el joven tunecino Mohamed Buazizi. Y la tormenta que provocó, lleno de rabia, provocó los hechos acaecidos en los regímenes árabes. Sus llamas esparcieron más luz, más luces de dignidad y libertad.

Cuando te escribí: El viento del desierto me lleva lejos de mi Ítaca, me refiero, que trato de encontrarme, aceptarme y vivir en paz conmigo mismo. Trataré de, como dijo W.E, Henley: Ser el amo de mi destino.

No te he contado que, ha mucho tiempo viví una época con los garamantes, agricultores sedentarios que poseía carros tirados por caballos en sus batallas, cerca de la frontera con Egipto, en un oasis rodeado de un gran desierto, entre las dunas de Ubari y la meseta de Messak. Fui con la misión de comerciar con sal y fieras con destino al Faraón. Las legiones romanas no fueron capaces de vencerlos y ni conquistar parte de sus tierras.

Por ello, pienso que la guerra puede ser terrible.

“La compresión del otro es fundamental para la paz. Y esta viene del diálogo, primero cultura y luego justicia” Lois d muras.

Debemos rogar que la guerra sea corta. Que podamos llegar todos a nuestra Ítaca. Encontrarnos, aceptarnos y vivir todos en paz.

¿Qué va a pasar ahora? me preguntas. Los pasos de las guerras se hunden profundos en los caminos, dejando destrucción y odio. La venganza de los dioses, sombras que quiebran la luz y destruye el paisaje. El azul se repite sobre una tierra desnuda, quemada. El paraíso prometido por la divinidad, sin la frondosidad de los bosques, se agarra al silencio de la tierra sin alma.

Uxa, me voy en busca de la mesa de 365 patas, de esmeralda verde pálida, Mesa de Salomón. Ya te contaré. Mas no confío en tener existo. La noticia de su situación me lo ha confesado una bella beduina. Su mirada surgía transparente de la caverna oscura de sus ojos, cuando me hablaba del oro, plata y perlas que adornan la Mesa. No se… al mismo tiempo, su risa se hacía relámpago, ¿ambición o lujuria?

No espero hacerme rico, solo espero que sea un hermoso viaje de aventuras. Como despedida te recuerdo la lectura de uno de los pergaminos que estudiamos en Tebas: “Planté moras y árboles de incienso en tu jardín, nunca se les vio secarse”.

BELIT.

domingo, marzo 13, 2011

DHATA Y VIDHATA, trenzan la cuerda del destino.


El Nilo, rio de fortuna, rio de luna, rio de amor tranquilo, acaricia el valle. Rio guerrero, rio que propaga susurros, que refleja cielos azules, rio que ama las riberas, a las flores de loto, un rio que ama su destino
Ahora llora por la umbría arqueada que cubre el paisaje de la plaza de Tahrir, y enlaza el pasado al presente. Su historia ha hecho posible el grito de libertad. Ahora, espera. Pero no están solos.
Cuenta Naguib Mahfuz:
“Le pregunté al sheij Abad Rabbih al-Taih:
-¿Cuándo se arreglará la situación del país?
A lo que respondió:
-Cuando su gente crea que el resultado de la cobardía es peor que el de integridad”.
Así que, Uxa, no estés preocupada, todo se arreglará. El sueño se ha materializado en la plaza de Tahrir. Y ha provocado el “efecto mariposa”.
Sí, me duele, no poder negar a los hados su sentencia. Pero, el viento del destino me lleva lejos de mi Ítaca.
Sí, conozco, pero poco, esas tierras al occidente del Nilo. La hija de nuestro rey Epafos y su esposa Menfis, hija del dios-rio Nilo, Libia, dio nombre a ese territorio de Cirenaica.
Uxa, dices: el futuro es hoy imprevisible. ¿Cuándo no ha sido inesperado, azaroso o impensado? Los dioses conocen el resultado de tanta tragedia. Los crujidos de sus pasos entre los humanos, crujen. Tan solo, cuando en sus fiestas, comen semillas de loto, olvidan la miseria humana.
Te recuerdo que Eurínome, surgió desnuda del Caos. Danzó para encontrar apoyo para sus pies y surgió la Tierra. Esperemos que de este caos emerja una nueva Eurínome que encuentre apoyo en una tierra de paz.
BELIT

lunes, febrero 14, 2011

EL VALLE CALLA


El valle calla, cristalino, irisado… lo desatiendo. Me dispongo a leer tus noticias. El silencio que duerme bajo la arboleda se introduce por la ventana. Despierta mis recuerdos.
¿Por qué el sosiego del Monte Sagrado me hizo recordar el pasado de nuestro querido Egipto? Ahora de camino a Egipto, en esta isla de Chipre, en medio de un mar tranquilo, parece brotas vigorosa la imagen de mis pasos cubiertos de hojas ocres que ocultan la dirección de mi destino. Fui un cobarde cuando abandoné las orillas del Nilo a cambio de ir al encuentro de nuevas tierras y remotos pueblos más allá del horizonte dominado por el Faraón. Fui un cobarde sin rostro. El amor y la hermosura están allí donde se le deja estar. Ahora, inquieto, como un guijarro que arrastra el rio bravo, la llamada de la plaza Tahrir, resuena en mi corazón. Rezaré a Ra cuando se eleve para que me libere de las faltas que habitan en mí.
Uxa, tu recordarás que, en tiempo de la fascinante Nefertiti, gran esposa real, existió una amenaza de guerra civil porque su esposo, el Faraón Hereje, que hizo caer de su pedestal a todos los dioses, para pasar a un solo dios. Al Dios-Sol, Atón. Un familiar próximo a ella, tal vez, quiero recordar, de la reina madre Tiy, les dijo: “Deberíamos revisar nuestras posiciones. No podemos dejar que Egipto se queme hasta convertirse en cenizas”. Y se arregló.
No temas, todo acabará bien, esto que sucede en Egipto, es un “drama” pero en sentido griego: lucha del hombre contra el destino.
Ahora, la tarde se dobla sobre las lomas gastadas de los montes más altos.
Que la escofina del destino perfile la madera de nuestra existencia hasta conseguir la imagen que deseamos. Creo que la vida en nosotros es el sueño de alguien.
BELIT