jueves, marzo 14, 2013

DESDE SUSA

 

 

PALACIO  REAL DE SUSA

Un sueño que no se interpreta es como una carta que no se lee.

EL TALMUD

Espero que la noche que se posaba sobre tus ojos a las orillas del Nilo, en nuestras citas, no se aloje sobre el recuerdo de mis caricias en tu brazo derecho herido al caerte en el camino que nos llevaba al templo del dios del Viento, entre las seiscientas esfinges que le unen al templo de Karnak, y, borre las sensaciones de gotas de luna, que sin miedo, en libertad, pasaban entre nosotros, barriendo las ilusiones imposibles.

Hoy empieza el otoño. Corre por las sendas del bosque un amarillo encendido. Brillan el verde y el ocre. Gritan las hojas moribundas cuando les arrastra el viento. Roto el silencio, los pájaros abandonan los nidos. Sobre la estampa del valle una finísima lluvia.

Estoy en casa de, Harkhuf un antiguo amigo de mis viajes en caravana por el desierto, desde la ventana que da al templo de la diosa lunar Sin, aquí en Susa, recientemente anexionada por Kurigalzu, a su imperio.

He presenciado como marchaba la comitiva de una de sus hijas con destino a Egipto como esposa de nuestro faraón Amenofis.

No siento soledad, estoy acompañado de mis sueños de regreso a Tebas. No creas que todo es pasado. La cremallera de la distancia no cierra los minutos de amor. Las señales que nos indican la salida del laberinto de las emociones no dejan de ser poemas de amores sublimes. Las ramas de sauce que ocultan los sueños imposibles, y acarician las Aguas Sagradas, consigan entregar a los hombres de este mundo un destino feliz.

No sé si podré caminar hacia el futuro con mis sandalias. El pensamiento, como mi verdadero nombre, está sentado en la oscuridad, cerca del Cinturón de Orión. No quiero tener una apariencia que no se pueda medir con la inmensidad del océano. Quiero encontrar un lugar en mi mundo interior, los preceptos délficos gravados en la losa de la tumba de Cineas: Aprender buenas maneras, controlar las pasiones, ser justo, dar buenos consejos y… morir después sin remordimiento.

BELIT´SERI