jueves, agosto 03, 2006

LA INFLUENCIA DE ORIÓN

Olvidemos que las horas vuelan. Dios ha hecho la eternidad. Escapemos de la tiranía del tiempo. (El mayordomo había detenido todos los relojes) BALTHAZAR-Lawrence Durrell-
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Ocultaba las citas con su amante, igual que el avefría sus huevos. Imposible escudriñar sus secretos. Como a las Moiras, los mismos dioses no pueden disminuir su fuerza, ningún consejo moral del Escriba, ha sido suficiente para detener la pasión que disfruta junto al hitita que conoció en las Fuentes del Nilo Azul.
Belit Seri, sí había notado la energía que salía por sus ojos. Manifestación solo visible a los iniciados en los Misterios. La vida que bullía en su alma la guardaba detrás. Lo que estaba detrás de su sonrisa enigmática, era los momentos pasados con su amante secreto.
Cuando lo conoció, la constelación Orión, la más hermosa, dominaba el cielo. Uxa, la consideraba responsable, no solo de las lluvias, que como siempre acontecía cuando más brillaba, sino, de propiciar el amor por el extranjero. Ningún miedo a los dioses. Ningún terror a las profecías. Esa misma tarde, cuando regresó de la competición de carros de guerra del Faraón, le dijo a su esposo la verdad.
Hummet, se ha levantado con dificultad, la noche anterior se fue a dormir ebrio de cerveza mezclada con hidromiel recién traída del país de Gerión. Su esposa Uxa, le había comunicado que ya no lo quería, que su espíritu estaba cautivo en el alma de Hattusil, el hitita.
La caravana cargada de plantas de incienso, se dirige por la senda de los dromedarios que lleva a Tebas. El valiente guerrero de la guardia del Faraón, ha decido abandonar Alejandría y al ejercito. Ha dejado la custodia de sus tierras y bienes, al escriba Belit Seri, amigo de su familia. Lleva una misiva para el sacerdote encargado del santuario de Jesper, el dios Escarabajo, rogándole que destine a Hummet a la guarda de los tesoros del templo hasta que, Horus, el dios grande, lleno de energía y bondad, lo consuele del desastre amoroso.
“Amigo, Hummet –le había dicho Belit Seri- la existencia viene marcada por los astros. No te preocupes, lejos de Uxa, las horas pasarán rápidas como la carrera de la libre, pues la ocupación que he recomendado, es la protección de los tesoros que van a ser trasladados del santuario de Jesper al otro lado del Nilo Alto.” Los tiempos andan revueltos, Amosis está expulsando a los hicsos, y los grupos incontrolados de los nómadas que hasta este momento nos han gobernaban el Imperio, asaltan y arrasan cuanto pueden en su huída.
Uxa, ve incrementada la locura por Hattusil, pues han llegado noticias que en Megido, los hititas combaten contra Egipto, y su amor deberá partir raudo no sea que caiga en manos del pueblo revuelto y lleno de odio al invasor.
El Escriba Belit Serí, está contento, Hummet, esposo de Uxa, ya está lejos, y el amante Hattusil, prepara la huida sin la compañía de la bella descendiente de la sangre de Ra.
Ha recibido un manuscrito de Uxa, le habla de árboles, sombras, poemas, pero, ninguna mención de sus separaciones, de sus amores ocultos. Él, cree tener el camino libre para conquistar el aire dotado de vida que encuentra en la eternidad luminosa del amor de UXA.
En la oscuridad de su habitáculo, sobre un altar de piedra del Sinaí, arde el sándalo, y parece escudriñar los secretos del destino que muda la suerte de sus vidas como la piel de las culebras. Ha comenzado a contestar su carta:
Pueda yo alegrar tu corazón…

BELIT-SERI